Cuando ponemos en práctica una rutina saludable y nos iniciamos en la práctica de ejercicio es fundamental aprender a practicarlo de manera responsable con nuestro cuerpo, a fin de evitar molestias físicas. Una de las más comunes es el flato, conocido por ser un dolor abdominal transitorio que aparece de manera común cuando realizamos ejercicios de carrera. El flato es un dolor que se produce entre el músculo del diafragma y los costados.
Actualmente esta dolencia no tiene ninguna explicación, aunque una de las causas más populares hace alusión a la fricción continua del peritoneo, membrana que recubre y protege la cavidad abdominal. La aparición de flato también es popularmente atribuida a realizar comidas copiosas antes de la práctica deportiva o por consumir bebidas energizantes. Para evitar esto siempre puedes recurrir a comidas ligeras o, por ejemplo, si vas a realizar ejercicio por la tarde es recomendable comer una pieza de fruta y unos cuantos frutos secos ya que se digieren de manera sencilla y a la vez nos aportan energía para aguantar un buen entrenamiento.
En el caso de que estés haciendo ejercicio y comiences a tener flato te recordamos que es una molestia transitoria, por ello cuando aparezca, lo recomendable es que bajes la intensidad del ejercicio y si sigue molestando pares durante unos minutos hasta que cese. Por ejemplo, en el caso de que estemos corriendo podemos ralentizar el ritmo o bien caminar de forma rápida hasta que remita.
Por otro lado, otro factor a tener en cuenta cuando hablamos del flato es la respiración. Cuando esta no es constante, se debe a la falta de oxígeno que se ocasiona al restringirse el diafragma, provocando así ese característico dolor.
¿Cómo podemos evitarlo? A medida que vayamos realizando ejercicio y acostumbrando nuestro cuerpo a todos los cambios que este produce, la constancia y el esfuerzo darán fruto a una progresión que podrá hacer que la aparición del flato sea cada vez menos frecuente.
Para un correcto entrenamiento recuerda la importancia de calentar los músculos antes del ejercicio, esto hará que a la hora de empezar tu cuerpo esté preparado para el desgaste físico y a medida que vayas aumentando la resistencia a la intensidad del ejercicio.
A la hora de hacer ejercicio es recomendable que lo practiques en horas en las que te sientas ligero, sobre todo, evita realizarlo después de haber ingerido una de las comidas principales del día, en el caso del desayuno puedes optar por fruta, lácteos y avena que son fáciles de digerir y mejoran el tránsito intestinal. Evita también la ingesta de bebidas hipertónicas por su relación con la aparición de flato.
Por último, cuando vayas a salir a correr o a practicar ejercicios de alta intensidad aeróbica intenta tener tu respiración bajo control, de manera sostenida y al ritmo del ejercicio, este paso es muy importante para evitar la aparición de flato durante el ejercicio.
Ante cualquier duda sobre cómo evitar la aparición del flato, puedes consultar plataformas online como Conectando Pacientes, donde en su comunidad de Vida Saludable podrás encontrar información sobre la mejor manera de practicar ejercicio y hablar con otras personas para compartir tus dudas.
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